Hakuna Matata

Más o menos,las cuatro de la tarde.El otoño hace las primeras apariciones del año,completamente ciclotímico.Hace calor,pero corre brisa.
Nos encontramos en el camino,nos saludamos con un beso y un abrazo.Ni un hola,vos seguís con los auriculares puestos,yo con la mente puesta en cualquier cosa.Para no parecer indiferentes el uno del otro,nos apretábamos las manos cada tres o cuatro pasos;cambiábamos la posición de los brazos;o me pellizcabas despacito la cintura.
No sé por qué,empecé a pensar en Girondo,que leí dos o tres poemas suyos;uno un rato antes al mediodia.Empecé a desvariar,y nosotros seguíamos caminando.Ni hola,como dos semanas sin vernos y ni hola.Te miraba de reojo a ver si me mirabas,y nada.Ni hola.
Un rato escuchaba la música que llegaba desde tus oídos,otro rato no escuchaba nada.Tarareabas de vez en cuando,como para que no me cupiera duda de que estabas muy ocupado.Y ni hola.
Yo seguía inmersa en Girondo,que no perdona a quien no sabe volar.Y ni hola.
Girondo me hablo una vez sobre vivir intensamente... Y yo lo entendía a mi manera,pero creo que terminé de cerrar mi idea cuando interrumpiste todos mis pensamientos en seco.Te paraste,me diste un beso en el cachete,otro en los labios(corriéndome el chupetín) y seguimos caminando.Ni hola.



Nota mental: Es genial a veces prescindir de las palabras

Etiquetas: otoño conexion palabras besos chupetines oliverio girondo calle caminar cuatro de la tarde

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